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ATTENZIONE
Iglesia del
Santísimo Cristo

Se trata de un edificio de rara belleza. Con su forma octogonal, se erige sobre una alta saliente del antiguo centro habitado y representa un toque de arte barroco sobre el techo de San Fratello.
La Iglesia del Cristo Crucificado presenta tres entradas en su exterior, de las cuales dos hoy están cerradas. La central, de arco, ahora cerrada y orientada hacia el oeste, debía ser originalmente la entrada principal, provista de una escalera de acceso; con el paso de la carretera subyacente, la puerta fue tapiada y la escalera desmontada. La clave de bóveda del arco, en mármol blanco, está constituida por un relieve con la cabeza de un ángel y está coronada por esculturas que representan una Piedad y símbolos de la pasión de Cristo.

La única puerta de entrada que hoy cumple esta función es la orientada al norte, cuyo dintel está coronado por un relieve en mármol que representa el lienzo de Verónica con la imagen de Cristo.
La forma octogonal evoca la simbología propia del misterio de Cristo y la creación del mundo, presente en los edificios destinados a Baptisterios: el número ocho representa el "octavo día" de la semana, es decir, el "nuevo día", el día de la eternidad. Este fue inaugurado por el sacrificio de Cristo, de ahí la atribución de la Iglesia al Redentor Crucificado.
El interior de la iglesia se presenta como un cofre circular, que pretende, a modo de relicario, custodiar el memorial de la Cruz del Señor, a la cual homenajea el cartucho principal (Ave Crux spes unica) y todas las ricas decoraciones en estuco, de época barroca, que representan, por lo que hoy se puede entender debido a los diversos desprendimientos, al apóstol Pedro con el gallo de la traición, quizás a Magdalena con el frasco de unción y, en la cima de la bóveda, el Cordero Pascual del Apocalipsis. El resto de los compartimentos de la bóveda, divididos en ocho sectores, presentan putti que llevan los símbolos de la Pasión.
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Del octágono permanecen dentro cinco lados libres, ocupados por cinco altares que reproducen exactamente los cinco misterios dolorosos. El principal, como ya se mencionó, en una nicho profundamente excavado, custodia el Cristo Crucificado de madera del siglo XVIII, probablemente de tilo, nunca sometido a restauración; los otros cuatro misterios de la Pasión están representados por cuatro pinturas al óleo de alta calidad y de tamaño medio, que representan la Agonía en el Getsemaní, la Flagelación, la Coronación de Espinas y la Ascensión al Calvario.
De manera dramática, los personajes siempre rodean la figura central de Cristo que sufre: los terrenales – los verdugos – son representados con rasgos inhumanos, casi bestiales, mientras que los celestiales – ángeles y putti llorando – están emocionalmente involucrados en el drama del Redentor. Las pinturas, excepto la de la Ascensión al Calvario, fueron restauradas por la Superintendencia de Messina a finales de los años 70. Los frontales y los altares de los cinco altares son de simple factura marmórea, excepto el central, que tiene algunas decoraciones más ricas en mármol

Siempre perteneciente a la Parroquial Iglesia de San Nicolás, desde el 09 de marzo de 1950, durante aproximadamente una década, la Iglesia del Cristo Crucificado sirvió como sede parroquial, debido a la demolición de la magnífica iglesia renacentista de San Nicolás, cercana, dañada por el constante movimiento de deslizamientos de tierra que comenzó en 1922 y por las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
En los años 80 del siglo pasado, se realizaron trabajos de restauración en el edificio y se niveló el suelo. De nuevo, tras el deslizamiento de tierra de 2010 y la posterior demolición de la nueva Iglesia Parroquial de San Nicolás, la Iglesia del Cristo Crucificado alberga hoy varias obras de arte desmanteladas y provisionalmente alojadas en su interior.
